Pilates fue creado a principios del siglo XX por Joseph H. Pilates, pero no ha sido hasta hoy cuando el método ha alcanzado su mayor popularidad. J. H. Pilates, quien padeció diversas enfermedades en su infancia, trabajó en el desarrollo de esta técnica para reforzar su debilitada musculatura.
Debido al actual ritmo diario, largas jornadas de oficina, estrés y sedentarismo, la salud de las personas se ve resentida más que nunca. Es en este momento cuando cobra importancia la práctica del método Pilates, ya que por sus características y múltiples beneficios es adecuado para proporcionar una sensación de bienestar a personas de cualquier edad y condición física.
¿En qué consiste el trabajo de instructor de Pilates?
El trabajo diario de un instructor de Pilates consiste en impartir clases tanto grupales como individuales y estar en contacto directo con la gente.
Debe dirigir las clases de forma amena, enseñando las técnicas y ejercicios adecuados a cada persona o grupo, señalando las pautas de forma correcta y clara, marcando los ritmos, la respiración... Además es el encargado de corregir las posturas de quienes se encuentran en el aula, debido a que la mala realización de los ejercicios podría generar daños y no conseguir los resultados deseados.
También es importante el trabajo de motivación hacia los alumnos y ser capaz de trasladar el gusto por el bienestar físico más allá de las aulas.
¿Cómo puedes formarte para llegar a ser instructor de Pilates?
Para ejercer esta profesión, conocer el funcionamiento de los músculos y del cuerpo humano en general resulta imprescindible. A pesar de ser una disciplina no reglada por ley, es necesario disponer de una titulación homologada y los conocimientos necesarios para impartirla de forma responsable, ya que la labor del monitor influirá en la salud de las personas. Estos conocimientos se adquieren a través de un curso de Instructor de Pilates como el que se imparte en Implika.
¿Qué salidas laborales tiene?
El instructor de Pilates puede ejercer su profesión en gimnasios públicos o privados, spas o balnearios, donde la gente acude a relajarse y huir de la rutina, e incluso en centros para la tercera edad.
También existe la posibilidad de trabajar de forma independiente, acudiendo a casa de los clientes o recibiéndoles en la suya propia. Para quienes dispongan de espacio y conocimientos para promocionar sus servicios es una opción ideal.
Según un estudio encargado a Deloitte por Europe Active, existen alrededor de 4.300 gimnasios en España (1.300 de ellos públicos) que dan empleo 59.000 personas.
Además, esta formación la podrías complementar con un curso de preparador físico y nutricionista o en la ciudad que elijas o realizar a distancia, lo que te permitirá convertirte en un profesional muy demandado en el ámbito deportivo.
Características personales de un buen instructor
Además de poseer la titulación y los conocimientos necesarios, hay algunas características que diferenciarán un buen instructor de uno que posiblemente no tendrá la misma acogida entre sus alumnos:
- Gusto por el trato personal.
- Tener buenas habilidades comunicativas.
- Motivación y entusiasmo por la metodología.
- Estar en buena forma física.
- Ser una persona enérgica y alegre.
Fórmate para trabajar en los sectores de la preparación física y el deporte
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