Pero, si lamentablemente acaba por perder la visión, existen varias pautas a seguir, para así conseguir que la mascota siga teniendo una vida lo más normal, activa y feliz posible.
Empecemos por la casa. El animal, con el paso de las semanas, se irá adaptando a su nueva situación, pero el orden le ayudará mucho. No dejar cosas por el suelo o mantener los muebles en su lugar habitual debe ser prioritario para que pueda aprender a moverse con autonomía por su hogar. Hay veces en las que los dueños recolocan muebles o redistribuyen el espacio para intentar ayudar, cuando en realidad con eso sólo se consigue que se desorienten aún más. Una casa ordenada y sin cambios le hará la vida mucho más fácil. En el caso de los perros, su olfato les guiará, y, aunque las primeras semanas estarán algo desorientados, pronto volverán a encontrar su cama o su cuenco de comida sin problemas. Los gatos, por otra parte, consiguen desarrollar más los otros sentidos cuando pierden la vista, en especial el oído y el olfato. Con estos animales es muy importante mantener cerradas las ventanas para que no puedan caerse.
Por otro lado, trata de no hacer mucho ruido durante los primeros días. Es necesario evitar gritos o poner la música muy alta. Siguiendo estas pautas, estará más tranquilo. Cuando te dirijas a una mascota ciega, acércate despacio, hablándole para que sea consciente de tu presencia y no sorprenderle. Otro punto a tener en consideración es evitar sobreprotegerle o no dejarle hacer cosas que antes habituaba a hacer. Hay hábitos que no deben cambiar, sólo adaptarse. El animal querrá seguir jugando, y debe hacerlo. Como medida preventiva, habrá que asegurarse de que los juguetes no sean peligrosos, que no puedan dañarle, y, a poder ser, que emitan algún tipo de ruido para que sean más fáciles de localizar.
Con los perros, los paseos tampoco deben cambiar, eso sí, llevándolo siempre atado. Probablemente se entretenga más oliendo a otros animales o rastreando por el suelo, con lo que el paseo se puede hacer más pesado, pero es necesario permitírselo. En el caso de los gatos, es recomendable colocarles un collar advirtiendo de su ceguera, por si se escapa. Lo cierto es que los animales que pierden la vista se adecúan mucho más rápido que los humanos a una situación aparentemente tan grave. Consiguen hacer una vida prácticamente normal, e incluso hay dueños de gatos ciegos que aseguran que en ocasiones es difícil averiguar o darse cuenta de que no ven. Muchas veces se decide sacrificar a la mascota una vez se ha quedado ciega, alegando que no podrá recuperar la calidad de vida que tenía antes. Por esta razón, las protectoras luchan incasables para desmentirlo y animan a adoptar a estos animales, a quienes cuesta más encontrar un hogar de acogida.
Después de estos consejos, no lo pienses dos veces: con o sin visión, ¡una mascota es un amigo fiel e inseparable!
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