Mi perro es celoso, ¿que hago?

Identifica las señales El primer paso es tener claro cuáles son los signos que indican que el perro está sufriendo uno de estos episodios y así poder poner en práctica varias medidas. Un perro con celos suele manifestar los siguientes síntomas:

• Se muestra irritable especialmente en presencia del nuevo miembro.
• Tiene cambios bruscos de estado de ánimo. Enseña los dientes, gruñ… y al rato vuelve a la normalidad como si no hubiese pasado nada.
• Actitud posesiva. Puede perseguirte incansablemente cuando antes no lo hacía.
• En ocasiones puede dedicarse a destrozar objetos de la casa para llamar la atención y descargar tensiones.
• A pesar de estar perfectamente educado empieza a orinarse antes de salir a la calle.
• Depresión y apatía. Puede llegar a sentirse rechazado.

Perro es celoso con niños

Los canes funcionan por jerarquías o roles y el bebé ha ocupado su lugar en la escala jerárquica familiar haciéndole sentir desplazado. Para evitar esto último es muy importante dividir la atención entre el perro y el niño, es la única forma de que entienda que sigue teniendo sitio en vuestra vida. Recomendaciones:

• Permite que salude al bebé cuando llegues a casa. Mantén al pequeño bien agarrado y deja que le olfatee para que vaya reconociendo su olor.
• Hazle partícipe de los paseos en familia y los buenos momentos para que asocie al bebé con cosas positivas.
• Dale afecto también en presencia del bebé. Si le das mimos únicamente cuando está solo podría percibirlo como algo malo y desarrollar los celos de forma más seria.

Perro celoso con tu pareja

Es importante que se lleven bien para atajar esta situación, por ello permite que esta nueva persona forme un vínculo con tu mascota. Darle recompensas, jugar con él, acariciarle y pasear favorecerán que enseguida hagan buenas migas y la sensación de competencia desaparezca.

Perro celoso con otros perros

Cuando llega otro animal a casa hay que dejar que se organicen entre ellos y establezcan la jerarquía que les resulte más adecuada, en ocasiones la intervención humana puede empeorar el problema. Es mejor no forzar situaciones.

• Al igual que con el caso anterior tienes que realizar las presentaciones, dejar que se huelan e interactúen poco a poco.
• No les dejes a solas durante los primeros días mientras no sepas cómo van a reaccionar.
• Divide el tiempo de juegos y paseos entre los dos para evitar que el perro antiguo se sienta directamente amenazado.
• Las disputas por comida se pueden impedir habilitando lugares separados y distintos platos.
• Si ambos animales son machos la castración puede reducir considerablemente su necesidad de dominar.
• Y por último y más importante: ¡no pierdas los nervios! Será un proceso que requerirá de toda tu paciencia y comprensión.

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