Estos profesionales se ocupan del control y supervisión de la gestión económica de la empresa. Son los encargados de la elaboración y seguimiento del presupuesto anual y de la coordinación de auditorías. Además también se responsabilizan de comunicar el estado financiero de la empresa a los altos cargos para facilitar la toma de decisiones en materia económica.
Los asesores fiscales planifican y gestionan el cumplimiento de la regulación establecida y evitan las multas por incumplimiento de plazos o de obligaciones cambiantes en materia legislativa. En definitiva, la función de asesoría fiscal es clave para hacer frente a las obligaciones tributarias de una empresa, como por ejemplo las declaraciones de impuestos.
A través de un estudio basado en el contexto actual y en circunstancias pasadas del cliente o empresa, el asesor financiero aconseja sobre las mejores opciones de inversión. Especializarse en esta área de las finanzas te puede llevar a prestar funciones tanto en banca como en aseguradoras que ofrezcan estos servicios a sus clientes.
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Contable de fondos de inversión
Los contables de fondos de inversión analizan las opciones de inversión que puede ejecutar el negocio o particular. Están al día de las tendencias financieras para tomar decisiones tras calcular los costes y beneficios que puede conllevar una operación de estas características.
Estos especialistas valoran la cuantía de las empresas dentro del mercado para posteriormente realizar acciones de compra-venta de negocios. Para ello tiene en cuenta tanto factores externos como internos: superficie, ubicación, competencia, estado del edificio, datos económicos, licencias, cartera de clientes… Para así estimar las perspectivas de sus resultados.
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Especialista en gestión del riesgo
Este profesional se encarga del estudio, análisis y control del riesgo al que están expuestas determinadas acciones de la empresa en cuanto a la inversión o la financiación. Por otro lado, se ocupan de hacer un diagnóstico en cuanto a la liquidez del negocio, el endeudamiento o los problemas que pueden derivar de una mala gestión financiera.